jueves, 12 de junio de 2014

Grafitti de microrrelatos (sesiones 7 y 8)


MICRORRELATOS & graffitis

Quizás el microrrelato sea a la novela lo que el graffiti a un cuadro. Entre los creadores del primero, destaca el nombre de Augusto Monterroso. Sin duda, su texto más celebrado es el que sigue:


 Le he pedido a mis alumnos de Profundiza que capturen imágenes con que ilustrar este artefacto de Augusto Monterroso. He aquí la más sugerente: 



Y este posible microrrelato mural ¿qué os parece? 



Nos centramos ahora en el arte de intervención urbana (street art) y en las múltiples e interesantes posibilidades creativas que este brinda como experiencia estética integrada en el entorno del alumno. si existe un artista indiscutible del género, ese es Banksy. De él poco se sabe. Banksy es el seudónimo de un prolífico artista del street art británico. Se cree que nació en Yate, localidad cercana a Bristol, en 1974, pero los datos acerca de su identidad son inciertos y se desconocen detalles de su biografía.
Ahora proponemos la siguiente actividad creativa: partiendo de una imagen de Banksy, construir un microrrelato:


cOnCuRsOdEmIcRoRrElAtOsGrAfItTeRoS



Banksy

La dura soledad del dictador

Una vez terminada la guerra, se impuso la dictadura. El dictador, de cuyo nombre no quiero acordarme, decidió fusilar a todas las personas que tuvieran ideas contrarias a las suyas. Aquellos que lograron sobrevivir decidieron refugiarse en los conductos de las alcantarillas. Pero el dictador decidió hacer una remodelación urbanística para modernizar el sistema de alcantarillado, por lo que muchos, desgraciadamente, acabaron gaseados. Cuando por fin se decidió a cambiar su forma de gobierno comprendió que tal intento carecía de sentido. No podía contar con el voto de sus ciudadanos por estar todos muertos. Lógicamente, se suicidó.
   ©Juan Enrique López Milán
 
Banksy

la MARCA

Hace mucho tiempo, en un lugar cuyo nombre no recuerdo, vivía un matrimonio feliz con su único hijo. El chico tenía una extraña MARCA en el brazo. Varios años después se presentó en su humilde hogar el mensajero de EL REY (qué rey: cualquier rey). Venía en busca del niño, pues, según una profecía marcada en EL LIBRO (qué libro: cualquier libro), traería el caos a este mundo aquel que portase LA MARCA. Así que al encontrarlo, sin más vacilación lo mato. El libro cumplió con la profecía. Solo que lo que esta no había revelado del todo es que seria la muerte del chico, precisamente, lo que acarrearía el caos a este infortunado mundo.
   ©Cristina Herrería González

Banksy

Rap de Vlad

Hubo en un tiempo un hombre:
Fue llamado Alucard.
Otro es su sobrenombre.
Como esencia del mal,
solo para matar,
nació aquella criatura,
terrible bestia impura.
Gustaba derramar
de enemigos la sangre,
pescarlos en palangre,
aunque era empalar
su más cierta pasión,
y por ello ganó
famoso sobrenombre
de oscuro empalador. 
Gracias a un soñador,
un famosos escritor
Bram Stoker de nombre,
juntamos el terror
en un libro y un hombre.
   ©Daniel Fuentes Martínez


Llega la hora de recapitular. ¿Hemos aprendido algo? Quizás. Puede que a perderle un poco el miedo (queda el misterio) a esa cosa tan enigmática, tan fascinante que llamamos lenguaje poético, en sus diversos soportes gráficos, pictóricos o audiovisuales, y que nada tiene que ver (y, sin embargo, ¡tiene tanto que ver!) con la aridez de las gramáticas. 
Tal vez comenzamos a orientarnos siguiendo el curso de las múltiples constelaciones de signos que conforman nuestra realidad cotidiana. Esa realidad sobre la que, a menudo, rebotan nuestras preguntas y perplejidades, igual que contra un cristal blindado.


Para terminar, hemos elegido este texto del poeta polaco Zbigniew Herbert que, creo, quiere transmitirnos un mensaje: tratemos de ser ambiciosos, inconformistas; nunca dóciles ni erróneamente cautos como muebles.

Los objetos

Los objetos siempre están en orden y por desgracia nada se les puede reprochar. Nunca logré sorprender a una silla cambiando su apoyo de una pata a otra, o a una cama encabritándose. Tampoco las mesas, incluso cuando están cansadas, se atreven a arrodillarse. Sospecho que los objetos hacen estas cosas por razones didácticas: para no dejar de recordarnos nuestra inconstancia.
  ©Zbigniew Herbert

y esto ha sido todo

lunes, 26 de mayo de 2014

La fábrica de imágenes (sesiones 5 y 6)

Vídeo-arte

El Vídeo-art es un movimiento surgido en los años 60 del pasado siglo en Estados Unidos y Europa, por medio de artistas que utilizan los nuevos medios electrónicos audiovisuales. Desde entonces han experimentado con las distintas tendencias vanguardistas del momento, como fluxus, el arte conceptual y el minimalismo. Quizás el creador más conocido en este campo sea el neoyorquino Bill Viola. Sus preocupaciones giran alrededor de la conciencia y experiencias humanas, como el nacimiento, la muerte, el amor, las emociones y otros sentimientos espirituales similares. Su carrera está influencia por un profundo interés en tradiciones místicas, especialmente la filosofía Zen, la mística cristiana y el sufismo, en paralelo con el arte medieval y renacentista, que han influido en la estética de sus obras. Su producción engloba la vídeoinstalación, el body art y la perfomance. Os dejo con este vídeo que expone la simbología de la vida humana a través de los cuatro elementos: Tierra, Aire, Fuego, Agua:


Bill Viola, Martyrs (Earth, Air, Fire, Water), 2014


En esta sesión hemos trabajado las distintas conexiones entre la palabra y las nuevas artes visuales. Se trata de elaborar textos a partir de imágenes, invirtiendo, por así decirlo, el proceso de inspiración que sigue Bill Viola en su trabajo. Para ello hemos tomado como referencia el vídeo titulado The dreamers, 2013:


 Bill Viola, The Dreamers, 2013


EJERCICIOS DE ESTILO

Texto base (hemos suprimido la vocal a)
 
"Desperté en medio de un lúgubre sueño. Creí percibir el susurro del polvo descendiendo desde el techo sobre los objetos: el espeso cobertor, el espejo enmohecido, el roto sillón rojizo y el deslucido suelo sucio y oscuro. Después oí el quejido nocturno del viento y pude sentir todo el peso del cielo plomizo como un enorme puño gris, oprimiendo los muros del edificio. Recordé el momento en que registré mi nombre en este hotel de Londres. Luego cerré los ojos y dormí, dormí de nuevo, dormí un sueño profundo…"

De acuerdo. Comencemos ahora todo un juego de variaciones partiendo de este texto y alterando su sentido. A la vez trataremos de crear imágenes acordes con el sentido del texto y sus diversas variantes.


Variación 1 

"De repente me desperté de un sueño aterrador. Me pareció ver el polvo cayendo desde el alto techo sobre los viejos objetos: el enorme edredón, el espejo cubierto de una verde  capa de moho, el desgastado sillón color escarlata y el parqué sucio, ennegrecido y sin  brillo. Tras esto oí el singular sonido del viento y pude percibir todo el peso del cielo de la  noche, como un gran puño grisáceo, presionando las paredes del edificio. Pude recordar  el instante en el que di mi nombre en este hotel londinense. Después cerré los ojos y  volví a mi sueño."


 Variación 2 (sin a y avanzando en el argumento)

El Sol se presentó de nuevo y con él me desperté de mi sueño en el mismo hotel; mis ojos volvieron sobre los sucios muebles. Sorprendido, creí percibir como un rumor próximo, proveniente de un ser, no sé si de mi misma especie. No noté ningún dolor o mordisco en mi cuerpo. Tuve miedo, mucho miedo. Decidí correr por el sucio y oscuro corredor. Escuché el viento, crujiendo sobre un pequeño roble del bosque vecino. Entré por un portón que me condujo por un túnel. En  el túnel divisé un sillón donde contemplé el contorno de mi verdugo: ¡él fue quien me secuestró! El extraño señor vino y me incrustó un cuchillo. Todo se consumó. Con mi muerte, mi enemigo fue feliz, cumplió su objetivo. 



Variación 3 (posible comienzo de la historia) 

"Un buen día de otoño iba yo paseando. Me dirigía al quiosco en busca del periódico, como todas las mañanas. Llegué a la calle Trinity donde divisé una peligrosa  manifestación en la que los participantes se estaban agrediendo. Decidí tomar otro rumbo. Pasé por la calle del Dragón. La verdad es que tenía un poco de miedo, pues por esa calle solía pasar gente conflictiva a causa de la droga. De repente, creí oír unos pasos detrás de mí. Aceleré la marcha, pero noté la mano de un hombre desconocido sujetándome. Me puso sobre el rostro un pañuelo empapado en un oloroso líquido; entonces sentí un profundo cansancio, al momento caí dormido." 


Variación 4 (la historia se construye matizando todo lo anterior)

"Una tormentosa tarde de primavera, iba yo en mi coche. Trataba de devolver el periódico, pues me habían vendido por equivocación uno del día anterior. Pasé por la calle Trinity. Estaba desierta. Llegué al quiosco, devolví el periódico y me fui a casa. Por el camino me encontré a un amigo. Tras una interesante charla, acordamos ir a tomar unas cuantas copas al lujoso bar del Gran Hotel Mary Gold. Entramos en el hall charlando tranquilamente. Pude percibir el aroma a lavanda que desprendía el líquido con el que habían fregado el suelo. Los muebles y los espejos relucían. Pensé que las señoras de la limpieza estarían tan orgullosas de su trabajo como hartas de su oficio. En la recepción había un gran silencio. Sin embargo, no dejaba de pasar gente por allí. Un señor abrió la ventana. Pude sentir la agradable brisa proveniente de la piscina. Antes de dirigirnos al bar, me detuve previamente para registrar mi nombre en recepción. Pensaba en venir algún fin de semana próximo con mi esposa. Cuando nos acercamos a la barra comenzó a oscurecer. 
Después de algunas copas, pagamos y fuimos a dar una vuelta. Nos detuvimos junto a unos carteles que anunciaban una fiesta esa noche a las diez. Decidimos echar un vistazo. Subimos por unas escaleras y llegamos a la azotea. Para mi sorpresa, allí se encontraba mi mujer. Estaba enfurecida. Se acercó a mí y me cogió de la oreja para llevarme de vuelta a casa."


©Textos: Francisco Parrado Martínez.
©Imágenes: Juan Enrique López Milán y Daniel Fuentes Martínez)



Esta historia es muy simple aunque hubiera podido ser muy complicada. También está inconclusa, porque este tipo de historias no tiene un final
(Roberto Bolaño)



jueves, 8 de mayo de 2014

La Analogía (sesiones 3 y 4)

Según el diccionario, la analogía es la relación de semejanza entre cosas distintas. Pero en poesía —y en buena parte del arte contemporáneo— esa relación de semejanza se nos presenta velada, invisible a simple vista. El poeta/artista a menudo se limita a detectar y aislar esas "cosas distintas" sin señalar las relaciones de identidad que existen entre ellas. Para que la analogía actúe y se produzca la chispa de sentido, es imprescindible la intervención activa del lector/espectador.
Así, el receptor de poesía y arte contemporáneos ha abandonado su papel de agente pasivo por el de coautor del objeto artístico. Fotógrafos, poetas, cineastas, vídeoartistas y grafiteros han convertido la capacidad del receptor para crear analogías en el fundamento de su trabajo.
Lo visible, la realidad, puede interpretarse como un extenso campo de conexiones poéticas esperando a ser descubiertas. Este taller pretende demostrar que, más que un talento o una destreza, la literatura, la poesía, el arte son una cualidad de la atención. Para ello, se ofrecerán ejemplos y estrategias orientados a interpretar la realidad —ya sea artística o cotidiana— en clave poética. 


Luis Buñuel - Un perro Andaluz (1929)
¡
No os confundáis! No se trata de lastimaros los ojos, sino de abríroslos. En este famoso ejemplo fílmico, salido de la imaginación del cineasta Luis Buñuel y el pintor Salvador Dalí, el corazón de la analogía palpita en las imágenes 3 y 5
.

Dedicaremos estas sesiones a descodificar e interpretar los mensajes menos explícitos con algunos ejemplos.  ¿Qué tal estos poemas visuales de Joan Brossa?

Joan Brossa, Sense atzar
  
Siguiendo el imaginativo ejemplo de Brossa, algunos alumnos han compuestos sus propios poemas visuales. Os presentamos dos de ellos:




©Cristina Herrería González, Sentimiento del tiempo
© Cristina Herrería González, Poema visual I


El efecto Kuleshov es un fenómeno del montaje cinematográfico demostrado por el cineasta ruso Lev Kuleshov en la segunda década del pasado siglo. Kuleshov filmó una secuencia de imágenes en la que se intercalaba una toma del actor Iván Mozzhujin con un plato de sopa, un ataúd y una niña jugando. La audiencia ante la que se proyectó el experimento fílmico en los años veinte creyó percibir que la expresión de Mozzhujin cambiaba en cada secuencia (apetito ante la sopa, lascivia en relación con la visión femenina, tristeza frente a la niña muerta), cosa que en realidad no ocurre, pues el plano del actor es único, solo que intercalado, mediante el montaje, con las otras escenas. La lección de Kuleshov consiste en hacernos ver que la manipulación del contexto puede alterar la percepción de la audiencia sobre la expresión facial del actor a través de pensamientos y sentimientos, alterar las percepciones a través de la creación de expectativas. Kuleshov demostró así, además de la importancia del montaje como sintaxis fílmica para impulsar definitivamente la narratividad del lenguaje cinematográfico, otro hecho todavía más significativo para nuestro taller: allá dónde miremos continuamente estamos dotando de significados a la realidad, cifrándola y descifrándola. Avanzamos por ella como a través de un bosque de símbolos. 



Todo mundo poético se configura como un depurado software de imaginación, inteligencia y sensibilidad. Pero para captar los fragmentos de realidad, para atraerlos hasta el campo magnético de la página en blanco, hace falta un poderoso hardware de antenas analógicas y eficaces imanes que llamamos metáforas, símbolos, imágenes, símiles…


© Joan Brossa


 

jueves, 13 de marzo de 2014

Presentamos el taller de Literatura Potencial (sesiones 1 y 2)


Mi nombre es José Andújar Almansa, profesor de literatura en el I.E.S. Alborán de Almería; os presento el TALLER DE LITERATURA POTENCIAL, del que han formado parte mis alumnos del programa ANDALUCÍA PROFUNDIZA a lo largo del curso 2013-14. ¿Que qué es un taller de literatura potencial? Un laboratorio de palabras y de imágenes, donde se puede experimentar con ellas sometiéndolas a la presión y temperatura de los diversos lenguajes artísticos: poesía visual, cine, microrrelato, vídeo, fotografía...
 
 Esbozo aquí un posible plan de trabajo:

Preámbulo 
Fundado en 1960 por el escritor Raymond Queneau, y animado por la participación de escritores y artistas como Italo Calvino, Georges Perec o Sophie Calle, el OULIPO, siglas en francés del Taller de Literatura Potencial, fue concebido como un modo de llevar a cabo una exploración sistemática y, al mismo tiempo, lúdica del lenguaje en beneficio de la escritura. Esta actividad, que hoy presentamos, pretende ser, a la vez, un homenaje a los creadores de ese fascinante taller y una manera de poner en práctica a lo largo del proyecto con nuestros alumnos diversos métodos de composición, tan creativos como poco convencionales. Siempre bajo el principio de la imaginación y el juego, es decir de la imagin-acción. Se trata de dar un paso más allá con el fin de ampliar nuevos horizontes cognoscitivos. Para ello pondremos en práctica, convenientemente adaptadas, muchas de las técnicas empleadas por los originales miembros del OULIPO: microrrelatos de 1 a 8 líneas, diversos ejercicios de estilo, variaciones sobre un mismo tema, juegos verbales, artefactos narrativos, inventarios, alteración de expectativas de sentido, etc. Nuestro Taller de Literatura Potencial aspira a convertirse en un espacio de experimentación, diseñado para adquirir nuevas herramientas expresivas en relación, además, con otros lenguajes artísticos como el cine, el vídeo o la publicidad.


Raymond Queneau y Georges Perec, fundadores del OULIPO

Objetivos
1-    Identificar los procedimientos retóricos, estilísticos del lenguaje literario o simbólico y su uso dentro de otros medios artísticos: cine, pintura, vídeo-art, fotografía. Se pretende con esto que el alumno tome conciencia del lenguaje y de su infinita capacidad generativa y creativa. Se usará material relativo a la expresión de los diversos medios artísticos.

2-               Pasar a la imagin-acción, es decir a la práctica. Se detllan algunas iniciativas que irán elaborándose en el el transcurso de la actividad:

a.   Construir textos por medio de variaciones estilísticas y retóricas en torno a un mismo tema de partida. A esto se llama «Ejercicios de Estilo». Por ejemplo, partimos del siguiente texto de Raymond Queneau:

Relato: «Una mañana a mediodía, junto al parque Monceau, en la plataforma trasera de un autobús casi completo de la línea S (en la actualidad el 84), observé a un personaje con el cuello bastante largo que llevaba un sombrero de fieltro rodeado de un cordón trenzado en lugar de cinta. Este individuo interpeló, de golpe y porrazo, a su vecino, pretendiendo que le pisoteaba adrede cada vez que subían o bajaban viajeros. Pero abandonó rápidamente la discusión para lanzarse sobre un sitio que había quedado libre. Dos horas más tarde, volví a verlo delante de la estación de Saint-Lazare, conversando con un amigo que le aconsejaba disminuir el escote del abrigo haciéndose subir el botón superior por algún sastre competente».



Acto seguido, Queneau nos muestra la posibilidad de reescribir el mismo texto en diferentes direcciones. Las variaciones textuales obtenidas reciben nombres como "Retrógrado", "Punto de vista subjetivo", "Amanerado":


Variación 1 Retrógrado: «Te deberías añadir un botón en el abrigo, le dice su amigo. Me lo encontré en medio de la plaza de Roma, después de haberlo dejado cundo se precipitaba con avidez sobre un asiento. Acababa de protestar por el empujón de otro viajero que, según él, le atropellaba cada vez que bajaba alguien. Este descarnado joven era portador de un sombrero ridículo. Eso ocurrió en la plataforma de un S completo aquel mediodía.»
 
Variación 2 Punto de vista subjetivo: 
«No estaba descontento con mi vestimenta, precisamente hoy. Estrenaba un sombrero nuevo, bastante chulo, y un abrigo que me parecía pero que muy bien. Me encuentro a X delante de la estación de Saint-Lazare, el cual intenta aguarme la fiesta tratando de demostrarme que el abrigo es muy escotado y que debería añadirle un botón más. Aunque, menos mal que no se ha atrevido a meterse con mi gorro. Poco antes, había reñido de lo lindo a una especie de patán que me empujaba adrede como un bruto cada vez que el personal pasaba, al bajar o al subir. Eso ocurría en uno de esos inmundos autobuses que se llenan de populacho precisamente a las horas en que debo dignarme a utilizarlos».

Variación 3 Amanerado: «Eran los aledaños de un julio meridiano. El sol reinaba con todo su esplendor sobre el horizonte de múltiples ubres. El asfalto palpitaba dulcemente, exhalando ese tierno aroma de alquitrán que origina en los cancerosos ideas a la par pueriles y corrosivas sobre el origen de sus dolencias. Un autobús, de librea verde y blanca, blasonado con una enigmática S, vino a recoger, junto al parque Monceau, un pequeño pero agraciado lote de viajeros candidatos a los húmedos confines de la disolución sudorípara. En la plataforma trasera de esta obra maestra de la industria automovilística francesa contemporánea, donde se amontonaban los transbordados como sardinas en lata, un pillastre que frisaba la treintena y que llevaba, entre un cuello de una longitud casi serpentina y un sombrero cercado por un cordoncillo, una cabeza tan sin gracia como plúmbea, alzó la voz para lamentarse, con amargura no fingida y que parecía emanar de un frasco de genciana, o de cualquier otro líquido de propiedades semejantes, de un fenómeno consistente en empujones reiterados, y le dio a su lamento el tono agrio de un viejo vicario que se hace pellizcar el trasero en un mingitorio y que, por excepción, no le apetece en absoluto tal delicadeza y no entra por uvas. Pero, al descubrir un sitio libre, se lanza en pos de él. Más tarde, cuando el sol había bajado ya algunos peldaños de la monumental escalera de su parada celeste, y cuando de nuevo me hacía vehicular por otro autobús de la misma línea, observé al mismo personaje descrito anteriormente moviéndose en la plaza de Roma de forma peripatética en compañía de un individuo que le daba, en esta plaza consagrada a la circulación automovilística, consejos de una elegancia tal que no iba más allá de un botón



 ¡¡un momento, por favor, un momento!!


hemos decidido pasar al contraataque

Los alumnos se estrenan en el Taller de Literatura Potencial haciendo nuevos
"Ejercicios de estilo", en clara competencia con Queneau. He aquí algunos ejemplos:

 Variación 4 Francisco Parrado/Daniel Fuentes: "Aquella soleada mañana, un hombre partió de su casa hacia la plaza de Roma. Por lo visto, el susodicho era forastero, pues llevaba el abrigo demasiado escotado y su gorro tenía un cordón en lugar de la tradicional cinta. El hombre decidió ir en autobús . Cuando el autobús llegó, se subió a él pero no pudo sentarse ya que no quedaba ningún asiento libre. Por el trayecto tuvo numerosas discusiones con un señor entrado en años que no cesaba de darle codazos. A las pocas paradas, un asiento quedó libre. Nuestro hombre aprovechó la ocasión y se sentó. Tras varios minutos de viaje, el autobús paró en  Saint-Lazare.  Allí le esperaba un antiguo amigo que, nada más saludarlo, le dijo: "Deberías ponerle un botón más a tu abrigo".  

Variación 5 Juan Enrique López/Cristina Herrerías: "Tras un ajetreado día, nuestro señor (conocido como Tony da Silva) se dirigió hacia la parada de autobús más cercana. Llegó y tomó el autobús que iba a la plaza de Roma. Nada más entrar, vio a un hombre con una extraña indumentaria. Llevaba el abrigo muy escotado y su sombrero tenía un cordón en lugar de una cinta. Tony tomó asiento. De repente, escuchó una acalorada pelea entre el extraño hombre y un anciano que estaba allí. Poco a poco el autobús se quedó vacío y el extraño hombre se sentó al lado del señor da Silva. Pasaron cuarenta minutos y el autobús se detuvo. Ya habían llegado. Se bajó y el extraño hombre le seguía. Tony continuaba andando cuando oyó a un hombre que  le decía al tipo extraño: "Deberías añadirle un botón a tu chaqueta". 
 
 

hummm

ESTÁ BIEN,
CONTINUEMOS CON EL PROYECTO:

b.     Intentar mediante la escritura, y las técnicas de la prosopografía, la etopeya y el retrato, una descripción pormenorizada de diversos objetos o realidades sugeridas en el aula.
c.  Intentar valerse de un lenguaje simbólico, no verbal, para expresar esas mismas realidades sugeridas. El procedimiento puede consistir, por ejemplo, en la composición de poemas visuales o en la captura de imágenes en Internet para dotarlas de nuevo significados, al margen de su contexto original.


3-  Fomentar la producción de textos creativos, utilizando como mecanismo principal la interacción entre el lenguaje literario y otros lenguajes poéticos o artísticos. Para ello se plantea trabajar con fotografías de Chema Madoz y Carlos Pérez Siquier; con poemas visuales de Joan Brossa; con pinturas murales de Banksy; con ejemplos fílmicos de Buñuel y Kuleshov; con vídeos de Bill Viola. Con todo esto se pretende explorar el dominio de los mecanismos expresivos, simbólicos, estructurales y estilísticos que deben servir para expresar formalmente un contenido artístico.

 4-  Construir microrrelatos de entre 1 a 8 líneas de extensión aproximadamente.


la literatura no tiene esencia, nada en ella se halla a salvo de la excepción, salvo la excepción misma